La chica BIO 

21 febrero, 2020 0 Por fran

Hace poco llegó una nueva chica a la oficina. Sus padres son franceses, aunque nació en España. En su juventud fueron un poco hippies y ella fue educada de forma un tanto especial, según cuenta. Ahora sigue siendo bastante especial. Es animalista, feminista y muchas de esas cosas que ahora están de moda, pero, a diferencia de otras personas que he conocido de estas tendencias, Juliette (que así se llama) lleva una vida coherente con lo que piensa. 

Y no da lecciones morales a los demás. Ella piensa de una manera y se conduce siguiendo sus postulados, pero no está dando la tabarra constantemente como otros, para luego hacer lo contrario de lo que dicen. Juliette es capaz de recorrerse la ciudad buscando mantequilla Ecológica si no la encuentra en el supermercado habitual. Con la comida es tremendamente pulcra, por decirlo de algún modo. Pero cocina súper bien.

Entrar en su cocina se hace muy extraño porque apenas encuentras productos de marcas habituales que todos conocemos. Ella solo compra productos ecológicos y de comercio justo. Es vegana, por supuesto. Pero aunque yo no lo soy, no me ha tratado de convencer para que me una al ‘club’. Al contrario, estoy pensando en hacerme vegana pero gracias a los deliciosos platos que prepara. A veces le digo que me he hecho amiga suya solo para que me cocine.

No sale por las noches y no tiene muchas aficiones. Dice que se aburre un poco leyendo o con las películas. A ella le gusta cocinar. Pero ya digo que nunca va a lo sencillo. No solo se pasa horas buscando mantequilla Ecológica, sino que también es capaz de recorrerse mercadillos por toda la ciudad buscando ropa fabricada en condiciones justas. Porque también hay ropa ecológica, según ella. 

La última vez la acompañé de compras y me introdujo en un mundo diferente de pequeñas tiendas de alimentación, de barrio, en las que venden productos raros y no demasiado baratos… Y esas tiendas de ropa que tienen poco que ver con Zara. Así es Juliette, la chica BIO.